Hay muchas maneras de disfrutar del sexo en pareja. Cada persona tiene sus propios gustos y preferencias sexuales y todo dependerá de la pareja. No a todos nos gusta lo mismo, pero sí nos gusta que nos toquen, nos acaricien y besuqueen. Las manos, junto con la boca y la lengua, son una de las partes del cuerpo con la que más se puede excitar a un hombre o a una mujer.

Zonas erógenas del hombre

Antes de nada, vamos a hablar sobre cuáles son los puntos o zonas érogenas del cuerpo masculino. A diferencia de la mujer, cuyo cuerpo entero es sensible de ser excitado, la mayoría de puntos erógenos del hombre se concentran en una sola parte: el pene y el perineo.

  • Orejas: no a todos les excita que les besen o toquen en las orejas, pero hay quienes aseguran que es uno de los mayores placeres que hay. Juega con él y acaricia su oreja por los bordes, por dentro y por fuera. Si usas también la lengua, ¡la parte interior y los bordes son las zonas más sensibles!
  • Cuello: el cuello es una de las zonas más sensibles del cuerpo, tanto en hombres como en mujeres. Tocarle y besarle sensualmente el cuello le volverá loco.
  • Ingles: las ingles, sobre todo cuando el hombre ya está un poco excitado, se vuelven una de las zonas más sensibles de todas, tanto física como psicológicamente, ya que esa es una zona muy próxima al pene, lo que resulta de lo más emocionante cuando está en plena excitación.
  • Pene: la zona, quizás, más obvia de todas. No obstante, el pene también tiene sus propios misterios. El glande es la zona más sensible de todas. Pero quizás te hayas percatado de que alrededor del glande hay unos pequeños bultitos. Esto son terminaciones nerviosas y es lo que hace que el glande sea la zona preferida de los hombres a la hora de tocarles o pasarles la lengua. Si le masturbas y pasas delicadamente los dedos por ahí, pondrás sus ojos en blanco.
  • Escroto o testículos: los testículos son de por sí una zona muy sensible, por eso es aconsejable acariciarlos con mucho cuidado. Pero, a la vez, esa misma delicadeza resulta de lo más excitante cuando se está en pleno juego sexual. De hecho, son varios los hombres que aseguran que pueden conseguir una erección con un masaje en los testículos.
  • Perineo: la zona del perineo, que es la que va de los testículos al ano, es también otra de las zonas más erógenas del hombre. Si lo acaricias, notarás un pequeño bulto. Esto se debe a que ahí reside la próstata, el famoso lugar del punto G de los hombres. También puedes acceder a su punto G introduciendo un dedo en su ano y acariciando más directamente su próstata, pero no son muchos los hombres que se animen a esta práctica.

A partir de aquí ya será cuestión tuya de que experimentes y empieces a probar qué es lo que más le gusta a tu chico y sobre todo dónde y cómo.

Deja que todo tu cuerpo desprenda sensualidad

La forma de tocarle es casi más importante que dónde le toques. Es mucho más excitante cuando un cuerpo desprende sensualidad que alguien que solo dispone de buenas técnicas manuales.

Ten en cuenta que un hombre se excita, sobre todo, por lo que ve. Si lo que ve es una suma de sensualidad por doquier (movimientos, ropa, mirada, etc), con sólo pasarle un dedo encima será como propinarle una buena descarga eléctrica.

Sabemos que esto no es algo fácil y que por lo general requiere tiempo, ya que el factor clave aquí es la autoestima y de lo extrovertida y segura de sí misma que sea la persona. Por ello, si te cuesta mucho desmelenarte y sacar al león o leona que llevas dentro, la práctica y la paciencia serán tu mejor fórmula.

Cómo tocar a un hombre para excitarlo

Hay varias formas de tocar a un hombre con las manos de forma que le excite, como por ejemplo, masturbarle, acariciarle o acariciar su próstata (de forma externa o interna). No obstante, tu cuerpo es otra herramienta que debes tener en cuenta a la hora de tocarle y buscar su excitación sensual. A continuación te proponemos una serie de ideas para que las practiques con tu chico:

  • Masturbación y felación: el conjunto de estas dos técnicas sexuales es algo que vuelve locos a los hombres. Puedes acompañar tus labios y lengua al movimiento de tus manos. ¡Le volverás loco!
  • Masturbación y cubana: no es necesario tener pechos muy grandes para llevar a cabo esta práctica sexual. De hecho, no hablamos de la típica cubana, con la que se masturbaría el pene con los pechos, sino algo distinto. Se trata de colocar uno de tus pechos desnudos sobre el glande del pene, y entonces empezar a masturbarle. También puedes hacer lo mismo si llevas un sostén. Esto dependerá de vuestro juego sexual y de lo que más le guste a él en la cama.
  • Rozarle con los senos mientras le acaricias: puedes tumbarte a su lado, sentarte encima de su paquete o ponerte a cuatro patas encima de él mientras acaricias su cuerpo suavemente. A la vez que haces esto, puedes acariciarle con tus senos, restregar tu vagina en su pene, o besarle el cuello o las orejas.
  • Acariciar tus senos, tu cuerpo, masturbarte: otra forma de jugar es tocándote a ti mientras tu pareja te observa. Un espectáculo de puro placer donde no podrá resistirse y se empezará a tocar mientras mira cómo disfrutas, o incluso puede que llegue a un punto en el que él no pueda más y se lance hacia ti.

No obstante, todo dependerá de los gustos y preferencias de cada chico. No a todos les gusta lo mismo ni les excita lo mismo, por eso es recomendable también que haya una buena comunicación de pareja y sepan qué les gusta a cada uno y qué los excita.

Dónde tocar a un hombre para excitarlo

Ahora que ya sabes todo lo anterior, es el momento de pasar a la acción. Ten en cuenta que su punto más sensible es la zona de los genitales y el escroto, así que ahí será donde más rato deberás pasar.

No obstante, antes de ir al pene y al escroto, al igual que las mujeres, los hombres también necesitan unos juegos preliminares. Nosotros te aconsejamos que empieces suave, por ejemplo, quitándote algo de ropa, y de ahí que pases a acariciarle el cuerpo y a besarle en la boca, el cuello, las orejas, el pecho… Su excitación irá aumentando poco a poco, entonces será el momento de empezar a bajar tu mano y dirigirte a sus puntos clave: los genitales.

Una vez que llegues ahí, puedes aplicar las técnicas mencionadas en el apartado anterior según veas conveniente o según los gustos de tu chico. Y si al final acabas con una masturbación junto con una felación o cubana… te lo aseguramos, ¡no podrá resistirse!